La Policía de París ordenó el cierre temporal de las zonas aledañas a la catedral de Notre Dame por la “concentración de polvos de plomo” detectadas en la zona en estos últimos días, en niveles superiores a los “habituales” para la capital gala.
El área es objetivo recurrente de mediciones desde el incendio que causó graves daños en la catedral en abril de 2019. Así, la Prefectura de Policía, asesorada por las autoridades sanitarias de la región metropolitana de París, ha limitado el acceso de peatones y vehículos “como medida de precaución”.
“En cuanto se realice la limpieza y el conjunto de los valores registrados vuelvan a niveles suficientemente bajos, la plaza estará de nuevo abierta al público”, ha explicado la Prefectura en su nota, en la que no explica los motivos que habrían derivado de este repunte en los polvos de plomo.
El presidente francés, Emmanuel Macron, visitó las obras de reconstrucción en abril coincidiendo con el segundo aniversario del incendio, que hizo temer en un primer momento por la catedral en su conjunto. Las autoridades estiman que no se podrán reanudar las actividades de culto en el interior al menos hasta 2024.
