En una nueva polémica ambiental por una decisión del Poder Ejecutivo, Estados Unidos impulsará la extracción de minerales a gran escala en el fondo del océano.
El presidente Donald Trump firmó una orden para iniciar la actividad incluso en aguas internacionales. Esto a pesar de las advertencias de organizaciones de ambientalistas.
La nueva polémica de Trump: extracción de minerales en aguas internacionales
Esta tajante decisión supone un desafío a la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (AIFM), un organismo afiliado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que tiene jurisdicción sobre el lecho marino en altamar.
Sin embargo, se trata de lo relativo con acuerdos que Washington nunca ratificó. Es que Estados Unidos ni siquiera forma parte de la AIFM.

La orden ejecutiva de Trump exige al secretario de Comercio, Howard Lutnick, acelerar la revisión de solicitudes y la emisión de permisos para la exploración y extracción de minerales, más allá de la jurisdicción estadounidense.
Instruye, en este sentido, al secretario del Interior, Doug Burgum, a hacer lo mismo con las aguas territoriales. Además, encarga al Departamento de Comercio la elaboración de un informe sobre la viabilidad de un mecanismo de reparto de los recursos de los fondos marinos.
Con la orden ejecutada, empezaron las reacciones y los cuestionamientos en defensa de los espacios.
Los detalles
La extracción apunta principalmente a los nódulos polimetálicos del fondo marino. Son ricos en minerales como manganeso, níquel, cobalto y cobre.
También contienen tierras raras, muy requeridas para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos, paneles solares, teléfonos inteligentes y computadoras.
Según declaraciones recogidas por la agencia de noticias AFP, un alto funcionario estadounidense afirmó que la administración Trump estima que la minería en aguas profundas podría generar 100 mil empleos.
Además, incrementaría el PBI en 300 mil millones de dólares y permitiría la obtención de mil millones de toneladas de material en un plazo de 10 años.
“Queremos que Estados Unidos esté por delante de China en este ámbito”, indicó.
La reacción de las ONGs
Las ONGs y defensores del ambiente y el océano también condenaron la orden ejecutiva del mandatario republicano.
Jeff Watters, vicepresidente de la ONG Ocean Conservancy, advirtió en un comunicado que el gobierno estadounidense abre así las puertas para que otros países también “emprendan la minería en aguas internacionales“. Algo que traería consecuencias negativas para los océanos.

Nunca se llevó a cabo un proyecto de minería comercial en los fondos oceánicos. Sin embargo, países como Japón o las Islas Cook ya otorgaron permisos de exploración en sus zonas económicas exclusivas.
La Coalición para la Conservación de las Profundidades Marinas (DSCC por sus siglas en inglés) hizo un llamado a los gobiernos del mundo.
“Pedimos que se unan al creciente movimiento a favor de una moratoria, tras una acción unilateral del gobierno estadounidense que socava fundamentalmente la cooperación multilateral y las Naciones Unidas”, expresó.
“Deben actuar ahora para proteger el futuro del océano apoyando una gobernanza oceánica equitativa, basada en la ciencia y responsable, en lugar de la explotación industrial corporativa”, afirmó la coalición.
Además, calificó la medida como “acción canalla” que supone “pasar por alto a la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos”.
En la misma línea, Greenpeace International calificó en un comunicado la decisión de Trump como muy “controvertida políticamente”. Señaló también que la orden ejecutiva rompe la larga tradición de Estados Unidos de ser un actor de buena fe en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR).