Distintos datos y estadísticas de las últimas décadas permiten aseverar que los océanos se llevan la peor parte del cambio climático.
“Hace mucho que el océano soporta la carga del impacto del ser humano sobre el calentamiento global”, afirma el Plan de acción contra el cambio climático de la ONU.
Es que los mares son sumideros de carbono, y actúan como reguladores de temperatura. Sin embargo, esto no es gratis con un exceso desmedido de liberación de gases de efecto invernadero y la consecuente temperatura en aumento.
Los océanos se llevan la peor parte del cambio climático: las consecuencias

Gracias a su labor como mayor sumidero de carbono del planeta, los océanos absorben el exceso de calor y energía liberado a causa de las emisiones de gases en aumento atrapadas en el sistema de la Tierra.
En la actualidad, absorbieron alrededor del 90% del calor generado. Pero, a medida que un exceso de calor y energía calientan las aguas, el cambio en la temperatura genera efectos progresivos sin precedentes.
Estos incluyen el deshielo de los polos, el aumento del nivel del mar, olas de calor marinas y acidificación del océano. A continuación, las consecuencias más fuertes.
Aumento del nivel del mar
El aumento del nivel del mar se aceleró en las últimas décadas a causa de un mayor deshielo en las regiones polares del planeta.
Los últimos datos de la Organización Meteorológica Mundial demuestran que la media global del nivel marino alcanzó un nuevo récord de elevación en 2021, con una media que aumentó en 4,5 milímetros al año durante el período de 2013 a 2021.
Junto con una intensificación de los ciclones tropicales, acentuó los sucesos terrestres extremos como las mareas mortales causadas por tormentas y los peligros en la costa como inundaciones, erosiones y desprendimientos de tierra.
Además, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) precisó a Naciones Unidas que algunas regiones, como el Pacífico Trópico-Occidental, el Pacífico Suroccidental, el Pacífico Norte, el océano Índico Suroccidental y el Atlántico Sur, se enfrentan a una suba del nivel marino sustancialmente más rápida.
Pérdida de la biodiversidad marina
La elevación de las temperaturas supone también un mayor riesgo para la pérdida irreversible de los ecosistemas costeros y marinos.

En la actualidad se observa una expansión de estos cambios, lo que incluye daños en los arrecifes de coral y los manglares que ayudan a conservar la vida oceánica.
Esto al igual que la migración de algunas especies a latitudes y altitudes superiores donde el agua podría estar más fría.
Los últimos cálculos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura advierten de que más de la mitad de las especies marinas mundiales podrían encontrarse al borde de la extinción para 2100.
Qué puede ocurrir
Con el actual aumento en la temperatura de 1,1 °C se calcula que alrededor del 60% de los ecosistemas marinos mundiales ya comenzaron a degradarse o no se utilizan de manera sostenible.
Un calentamiento de 1,5 °C amenaza con destruir entre el 70% y el 90% de los arrecifes de coral. Un aumento de 2 ºC significaría casi un 100% de pérdidas, es decir, un punto de no retorno.
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!