Con banderas a media asta por todo el país, Portugal da comienzo hoy al primero de los tres días de luto oficial por las víctimas del incendio de Pedrogao Grande, que hasta el momento se ha cobrado la vida de al menos 63 personas en el distrito de Leiría.
Lejos de estar controlado, a lo largo de la noche del domingo y la madrugada de hoy las llamas han continuado expandiéndose, y el incendio ya arrasa partes de los distritos vecinos de Coimbra y Castelo Branco.
El número de víctimas mortales subió a 63 la tarde del lunes, con la muerte de un bombero que permanecía ingresado en estado muy grave.
Ante el avance de las llamas, las autoridades lusas han procedido a la evacuación de varios pueblos de la zona y ampliado la zona de exclusión, ante la que cada vez más personas se congregan, ansiosas por recibir noticias de familiares de los que no saben nada desde el sábado.
El secretario de Estado de la Administración Interna lusa, Jorge Gomes, ha pedido paciencia a los portugueses y destacado lo complicado que ha sido evacuar a algunas de las aldeas en mayor situación de riesgo, donde algunos ancianos se han negado a abandonar sus domicilios incluso cuando las llamas estaban a las puertas de casa.