Según los lugareños, las algas empezaron a llegar en gran cantidad en Semana Santa, pero fue en octubre cuando el problema alcanzó niveles alarmantes.
Las algas no sólo están en el agua, sino que se asientan en la playa y crean una densa capa que cubre la arena blanca con una gran mancha café que al secarse al sol produce un desagradable olor que ahuyenta a los bañistas.
La comunidad de Guayacanes, uno de los lugares afectados, vive del turismo y de la pesca, y están preocupados por esta situación.
Según expertos, cada mañana llegan a las playas cerca de 20 toneladas de algas. Dicen que provienen del Atlántico y atribuyen su aumento a elementos contaminantes.