La clásica postal de Merlo amaneció totalmente borrosa, tapada de humo, contaminación y preocupación. Es que el miércoles a la tarde comenzó a desatarse un incendio forestal que afectó miles de hectáreas.
El jueves, los bomberos seguían en medio de las sierras para combatir las llamas que se expandían rápidamente por las fuertes ráfagas de viento. Así, las familias del barrio Los Nogales tuvieron que evacuar y dejar sus casas.
No fue una mañana más en la villa turística. El canto del gallo y el sonido del despertador quedaron reducidos por las constantes sirenas que pasaban hacia las sierras.
Durante más de veinticuatro horas, bomberos de Merlo, Santa Rosa y Los Molles, entre otras localidades, combatieron cuerpo a cuerpo las llamas que iniciaron por encima de Los Nogales, en la ladera de las sierras.
Si bien este jueves a la mañana el panorama fue más claro, por la tarde el viento volvió a girar y las ráfagas avivaron algunos focos y parte del cielo merlino quedó envuelto en una nube gigante de humo. Lo que necesitó más apoyo.
Así, llegaron brigadistas del Ejército Argentino y de San Luis Solidario, entre otros cuerpos.
Así, llegaron brigadistas del Ejército Argentino y de San Luis Solidario, entre otros cuerpos.
Mientras los voluntarios atacaban el fuego en las zonas más altas, con mochilas y chicotes, el avión hidrante combatía desde los puntos más inaccesibles, de mayor pendiente.
“Estaba todo más o menos controlado, hasta que se levantó el viento y se complicó. Por eso muchos se fueron a asegurar la zona del Chumamaya, que tiene muchas viviendas. Y acá, en la zona baja de Los Nogales, se dio paso, porque no podés meterte a combatirlo. De todas maneras, como no hay muchos arbustos, no es tan propenso a quemarse”, dijo el asesor de Medio Ambiente y guardafauna, Roberto La Rivera.
Pasadas las 19, y ante el gran avance de las llamas, las familias comenzaron a evacuar y descender por un barrio ya tapado de humo.
“A las 19 (del miércoles) me avisaron que se había encendido en El Rincón, y a las 20 ya era un caos total. Nosotros empezamos a reclutar gente y terminamos subiendo a las 22. Le dimos con chicotazos y mochilas, pero cuando se nos acabó el agua se volvió a encender todo. Nos morimos. Está muy complicado”, relató uno de los miembros del consorcio, Gabriel Barrera, quien afirmó que el desastre fue provocado una vez más por la mano del hombre: “Te aseguro que fue completamente intencional, porque es imposible que se prenda solo, porque arriba a la noche hay cero grado. Entonces hay que poner puestos vigías, como tienen en Bariloche y en tantos otros lugares. Porque en cuanto uno ve el humo, llama a la policía o avisa al cuartel, pero el que lo hizo ya se fue”, sostuvo indignado Barrera.
El pánico también llegó al complejo privado. Los vecinos no podían cortar el descenso del fuego, en dirección a sus casas, hasta que algunas dotaciones colaboraron para ‘derivarlo’ hacia otra quebrada.
Según aproximó el jefe de San Luis Solidario, Omar Terc, ‘unas setenta personas, entre bomberos de la Regional Nº 3 de la Provincia, efectivos de la Brigada de Córdoba y combatientes de incendios” trabajan para apagar el desastre.
Luego de largas horas de lucha en medio de las sierras, el director de Defensa Civil, Leonardo Orgoroso describió el panorama del country y las próximas acciones a seguir: ‘Estamos muy complicados, principalmente en la zona de Los Nogales y en el Chumamaya. Ahora sigue trabajando todo el personal para extinguirlo de una sola vez. Nos complicó el giro del viento. Esto hizo que los tres aviones hidrantes que teníamos tuvieran que aterrizar, porque, por el mismo humo, no tenían un punto de referencia’, explicó Orgoroso.’Tenemos otro frente importante que es camino al filo serrano. Lo dejaremos para mañana, porque no hay tanto peligro ya que no hay viviendas cerca. Vamos a continuar toda la noche, a la espera de que se calme el viento’, contó el director municipal, quien adelantó que van a llegar más refuerzos.
Diario de la República