Ese combo de proliferación de algas tóxicas al mismo tiempo en el estado de Florida es poco frecuente, y en este caso, particularmente dañino. La marea roja es un fenómeno natural que se incuba mar adentro y luego se extiende hasta las costas, donde las algas se alimentan de una gran variedad de agentes contaminantes, como el fósforo y el nitrógeno de los fertilizantes, y otros elementos presentes en las aguas servidas.
Lo que no queda claro es si el cambio climático y la contaminación humana en las zonas costeras no han hecho que este brote en particular sea tan fuerte. Los científicos descubrieron que las algas prosperan cuando aumentan la temperatura del agua y los niveles de dióxido de carbono.
En el condado de Sarasota, los efectos son particularmente desastrosos. En la segunda semana de agosto -una de las peores de esta oleada de marea roja-, la facturación de los negocios cayó hasta un 50%, según un sondeo de la oficina local de turismo y convenciones.
En el restaurante Hub, a pocos minutos de caminata de la playa, el encargado Tim Wong trata de no perder el optimismo. ‘Ya que tiene que ocurrir, mejor que ocurra ahora, porque es temporada baja’, dice Wong. ‘Nunca se sabe, podría disiparse mañana mismo.’
Pero hay otros que temen no sobrevivir a la dolorosa temporada baja, que se extiende de agosto a noviembre. ‘Nosotros estamos preparados para la temporada baja, pero esta en particular mete miedo’, dice Tom Kouvatsos, después de otra semana de mesas vacías en su Village Café. ‘Fueron dos semanas, ¿pero qué pasa si terminan siendo dos meses? ¿Cómo mantengo al personal de cocina durante dos meses?’