Un informe, liderado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales y el Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO, ha identificado siete nuevas áreas marinas de importancia global en el océano Ártico que merecen protección y podrían calificar para el estatus de Patrimonio Mundial.
‘El océano Ártico desempeña un papel crucial en la conformación del clima mundial y alberga una diversidad de especies, muchas de ellas amenazadas’, explicó Carl Gustaf Lundin, director del Programa Marino y Polar Global de la UICN. ‘La Convención del Patrimonio Mundial tiene un gran potencial para aumentar el reconocimiento global y la protección de los hábitats más excepcionales de la región’, agregó.
El océano Ártico se extiende por el lado más septentrional del planeta, abarcando 14 millones de kilómetros cuadrados. Sus aguas heladas son el hábitat de vida silvestre que no se encuentra en ninguna otra parte del planeta, incluyendo ballenas, narvales y morsas. Asimismo, al ser uno de los océanos más primitivos de la Tierra, provee recursos fundamentales para la vida de especies amenazadas, como los osos polares o los frailecillos atlánticos, ambos clasificados como vulnerables por la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN.
El cambio climático supone una seria amenaza a la región del Ártico, que se calienta dos veces más rápido que el resto del planeta. El vertiginoso deshielo está abriendo áreas previamente inaccesibles a potenciales rutas marítimas, al desarrollo de petróleo, gas y pesca industrial. “Estos cambios aumentan la urgencia de mejorar nuestra comprensión y la conservación efectiva de los ecosistemas marinos únicos del Ártico”, apunta un comunicado de la IUCN.