La policía tanzana se ha incautado de más de 200 colmillos de elefante escondidos en un ataúd y en bolsas de fertilizantes, lo que pone de manifiesto un aumento de la caza furtiva en el país del este de África, dijeron el miércoles las autoridades.
‘Esta es la mayor captura de colmillos de elefante en Dar es Salaam en la historia reciente. Los colmillos eran realmente grandes, lo que significa que habían sido cuidadosamente escogidos para ciertos clientes’, dijo a Reuters el comandante regional de la policía, Suleiman Kova.
En los últimos años, la caza furtiva se ha convertido en una plaga en Tanzania y en otros países subsaharianos, que atraen a turistas para ver su rica variedad de vida salvaje en sus reservas naturales.
Delincuentes fuertemente armados matan a los elefantes y rinocerontes por sus colmillos, que se utilizan para hacer adornos y en medicina tradicional.
La policía dijo que los 214 colmillos tenían un valor de 2.100 millones de chelines tanzanos (1,02 millones de euros) y que había arrestado a al menos tres sospechosos, dos de ellos kenianos. Los contrabandistas planeaban llevar el marfil a Kenia, agregó.
La mayor parte de los colmillos de elefante sacados ilegalmente del país acaban en Asia, según la policía.
Un diputado tanzano, Peter Msigwa, dijo que la caza furtiva está descontrolada, y que cada día se mata a una media de 30 elefantes para conseguir su marfil.
Este mes, Hong Kong se incautó de 26,7 millones de dólares de Hong Kong (2,7 millones de euros) en colmillos y adornos de marfil introducidos de contrabando desde Tanzania y Kenia, su mayor captura de marfil ilegal.
En agosto de 2011, las autoridades tanzanas se incautaron de más de 1.000 colmillos de elefante escondidos en sacas de pescado seco en un puerto en Zanzíbar que iba a ir a Malasia.