Al menos treinta casas del balneario Aguas Dulces, en la costa atlántica, a unos 280 kilómetros de Montevideo, fueron arrasadas por la fuerza del mar, durante el violento temporal de lluvia y viento que azotó Uruguay.
Vecinos de la zona relataron a medios locales que nunca antes habían visto un fenómeno natural de ese tipo, con olas de hasta cinco metros de altura que invadieron la costa y derribaron las viviendas, ubicadas algunas sobre la arena de la playa.
Los daños materiales son millonarios, según afirmó el alcalde de la vecina ciudad de Castillos, Astacio Sena, quien se mostró acongojado ya que sabe que el gobierno municipal del departamento de Rocha no dispone de recursos para ayudar a los damnificados.