Un sismo de magnitud 8,5 golpeó la costa este de Japón provocando sacudidas de edificios en Tokio, pero no había inmediatamente reporte de daños. No hay peligro de un tsunami.
El terremoto, cuyo centro se situó frente a las islas Ogasawara, al sur de Tokio, se sintió en varias partes de Japón y tuvo una profundidad de 590 kilómetros.
Tokyo Electric Power Co dijo que no hubo anomalías en la planta nuclear siniestrada de Fukushima. Las pistas en el aeropuerto Narita de la capital operaban normalmente, pero el servicio de tren de alta velocidad entre Tokio y Osaka se detuvo por falta de energía.