La ciencia no descansa en encontrar explicaciones al origen de ciertos tipos de cáncer. En este caso de estudio, se detectó que niveles altos de contaminación en el aire pueden estar vinculados a un mayor riesgo de desarrollar cáncer de boca, según sugiere un estudio publicado en la revista Journal of Investigative Medicine.
Científicos del Quest Diagnostics Nichols Institute en California (Estados Unidos) llegaron a esta conclusión a partir del análisis de bases de datos médicos y de mediciones atmosféricas.
Su investigación indica que las partículas en suspensión de menos de 2,5 micras están especialmente ligadas a la incidencia del cáncer de boca, lo mismo que el ozono, aunque en menor medida.
El número de casos detectados y muertes por cáncer de boca se están incrementando en diversas partes del mundo.
Los factores de riesgo ya conocidos incluyen el tabaco, el alcohol, el virus del papiloma humano, la exposición a metales pesados y a emisiones de plantas petroquímicas, entre otros.
La contaminación en el aire, especialmente las partículas PM2,5, ya estaba relacionada con problemas respiratorios y daños en el sistema cardiovascular.
En el primer estudio que trató de establecer un vínculo entre la contaminación y el cáncer de boca, Michael McPhaul y su grupo utilizaron registros obtenidos en 2009 a partir de 66 estaciones de medición de calidad del aire en Taiwán.
Esos medidores analizaron ‘los niveles de dióxido de azufre, monóxido de carbono, ozono, monóxido de nitrógeno, dióxido de nitrógeno y partículas materiales de diversos tamaños. Analizaron asimismo historiales médicos de 482.659 hombres de más de 40 años obtenidos en 2012 y 2013, cuyos datos fueron cruzados con los registros de contaminación’.