El razonamiento es sencillo: cada balneario debe hacerse cargo del destino sustentable del gran volumen de basura que genera en temporada.
Para ello, el municipio dispuso que deberán contar con una dársena especial con tres tachos para cartón, vidrio y plástico, sumado al clásico negro de residuos húmedos. Pero la ejecución no parece tan fácil.
Al igual que con los arreglos edilicios en general, los balnearios corren hasta último momento para instalar la dársena y los tachos correspondientes. Algunos ya los tienen en funcionamiento, otros ni siquiera indicios de ellos. Hasta el viernes pasado, aproximadamente la mitad de los balnearios los tenía en regla. Una vez finalizado el plazo para cumplir los requisitos -esta semana- El municipio impondrá multas.
Hasta ahora había balnearios que ya reciclaban sus residuos, pero de forma desorganizada. El objetivo: ordenar el sistema de separación en origen y evitar que la línea de la costa se llene de basura.
Una cooperativa local, Santa Elena, será la encargada de recolectar los residuos en cada balneario para posteriormente llevarlos hacia la planta de separación.
Javier Mendía, secretario de Servicios Urbanos, explicó la importancia de trabajar ordenadamente por el gran volumen de residuos que se genera en los meses de verano: ‘Es una cooperativa de 20 personas, que en una semana va a pasar de trabajar con 20 metros cúbicos de residuos, a 60’.