El nuevo sistema de recolección de residuos comenzará a funcionar el año próximo. La Ciudad estará dividida en siete zonas.
Los cambios que introduce este nuevo contrato, que implica una erogación de unos 30.000 millones en 10 años son: las empresas sólo se encargarán de la basura orgánica; habrá contenedores en toda la ciudad y se incorpora a los cartoneros en el sistema formal de recolección, con un contrato aparte.
En las villas se levantará la basura dos veces por día durante toda la semana. Y se impondrá el sistema de camiones de carga lateral de contenedores en el 70% de la ciudad, por lo que se deberá renovar casi toda la flota de camiones.
En tanto que en el otro 30% del territorio, la carga de los residuos se seguirá realizando por detrás de los vehículos.
El gobierno porteño buscará además evitar que la basura quede desparramada en la calle. Y para eso iniciará una campaña de concientización para separar los residuos.
Con otro contrato, los cartoneros pasarán a recoger los residuos reciclables que cada vecino deberá separar. Según el gobierno, todos los porteños tendrán dos tachos para fines de 2014. Desde hace dos semanas comenzó a instrumentarse el plan en 84 manzanas de Palermo y en Villa Crespo.
Esta medida intenta cumplir con la ley de basura cero. Para María Eugenia Testa, directora de Campañas de Greenpeace, ‘el gobierno de la ciudad ha desperdiciado más de una gestión en la implementación de Basura Cero, reconocemos lo que se ha reducido este año, pero no alcanza para solucionar el problema. No hay tecnologías mágicas, se necesita una política seria, con recursos y sostenida en el tiempo para poder reducir la basura que se envía a entierro’.
La Nación