La separación de residuos llega definitivamente a la ciudad. Será en el transcurso de este año cuando rija la obligatoriedad de separar en los hogares los desperdicios orgánicos de los reciclables.
El proceso, que ya está en marcha en Belgrano, Palermo, Caballito y Colegiales, paulatinamente se extenderá a toda la ciudad, según los planes del gobierno porteño. Se estima que la modalidad tendrá un fuerte impulso a partir de septiembre, cuando comience a funcionar el nuevo esquema de recolección de basura.
En los hogares habrá que colocar dos recipientes: una bolsa negra para los residuos orgánicos y una verde para los reciclables. Las negras, como de costumbre, se las llevará el camión recolector. Las otras serán retiradas por cooperativas de cartoneros. Se estima que hacia septiembre los nuevos contenedores verdes estarán instalados en toda la ciudad.
El problema de la higiene urbana es central para la administración que encabeza Mauricio Macri y está compuesto por diferentes actores. A mediados de febrero se firmará el nuevo contrato de recolección de residuos para la próxima década, que incluye la instalación de nuevos contenedores y el recorrido de camiones recolectores para los siete días de la semana.
Paralelamente, ya funciona el sistema de cooperativas de cartoneros que recogen el material reciclable. Sin embargo, para que ambos funcionen conjuntamente habrá que esperar hasta fin de año.
Un aliciente para la administración que encabeza Mauricio Macri podría llegar de la mano de la Ceamse (Coordinación Ecológica Metropolitana Sociedad del Estado): la Nación restituiría uno de los módulos del vertedero ya cerrados del predio de José León Suárez, lo que extendería por cinco años la posibilidad de enterrar de residuos en ese lugar.
La ciudad debe reducir el 78% de las 6000 toneladas que enterraba en territorio bonaerense para fines de este año. Por el momento las metas están sobrecumplidas. Hoy se depositan en ese vertedero 4400 toneladas, pero hay que reducir esa cifra en otras 3000. La Legislatura aprobó a fines del año pasado la construcción de dos nuevas plantas de tratamiento, una en Villa Soldati y la otra al lado del Parque de los Niños, en Núñez. Y no estarán listas para el año próximo. Sí, aseguran, podrán ser usadas en 2015.
‘El acuerdo que tenemos lo hemos cumplido, de hecho todos los meses conseguimos reducción’, dijo Edgardo Cenzón, ministro de Ambiente y Espacio Público porteño. Sin embargo, no precisó cómo se reducirán esas otras 3000 toneladas de desechos.
Puertas adentro, la Ciudad también tiene un gran desafío: que finalmente el distrito se vea limpio.
Pero la tarea no será sencilla. Habrá que readecuar los sistemas de recolección, controlar que las empresas concesionarias inviertan en tecnología, incorporar centros de procesamiento de residuos en el distrito y conseguir que se reduzca drásticamente la cantidad de desechos que se entierran en el relleno sanitario de José León Suárez.
‘La limpieza de la ciudad está evolucionando y evolucionará en la medida en que se avance con el nuevo sistema que estamos planteando. Tenemos expectativas de que en septiembre, con los nuevos camiones y todos los contenedores, se note un verdadero cambio’, indicó Cenzón a LA NACION.
Los plazos que pone el funcionario son administrativos. Las empresas a cargo de la recolección son las mismas que trabajan hoy, pero en diferentes zonas. Cliba (Grupo Roggio), Urbasur (Transportes Olivos), AESA, Integra (Grupo Impsa), Nittida (Grupo Emepa) y Ashira seguirán recolectando la basura de los porteños hasta 2024. Según el nuevo acuerdo, percibirán, por recoger los residuos húmedos, 30.000 millones de pesos en esa década.
El gobierno porteño debe proveer a toda la ciudad de contenedores de 3200 y 3500 litros, al tiempo que tiene que conseguir la separación de residuos como una obligación para todos los vecinos.
Hoy enfrentan otro inconveniente: hay 2500 contenedores trabados en la Aduana que esperan ser ubicados, por ejemplo en San Telmo.
Según datos oficiales, hasta la fecha el proceso de separación de residuos sigue avanzando, aunque más lentamente. Hay instaladas 627 campanas verdes, colocadas en Belgrano, Palermo, Colegiales y Caballito.
El material que se obtiene es de muy buena calidad, indican las fuentes, pero también reconocen que el 70% de esos contenedores ha sufrido actos de vandalismo. Respecto de los contenedores para desechos húmedos u orgánicos: hoy la ciudad cuenta con un 66% de cobertura. En total fueron instalados 21.481 en 16.386 cuadras (15.541 contenedores de 1100 litros y 5940 contenedores de 3200 litros)
Según información oficial, se está terminando de contenerizar los barrios de Palermo, Belgrano y Núñez. ‘De las 1779 cuadras que implica el plan quedan por contenerizar 210 por problemas con el equipamiento’, reconocen en el gobierno.
PUNTOS PARA DEJAR LA BASURA RECICLABLE
Parques y plazas habilitados en la ciudad
El gobierno porteño habilitó 16 puestos de recepción de materiales reciclables en plazas y parques:
Plaza San Martín (Florida y Santa Fe) y Parque Mujeres Argentinas (Juana Manso y Marta Lynch)
Plaza Francia (Pueyrredón y Ricardo Levene)
Plaza Miserere (Rivadavia y Pueyrredón)
Parque Patricios (avenida Caseros y Monteagudo)
Plaza Boedo (Carlos Calvo y Sánchez de Loria)
Parque Rivadavia (avenida Rivadavia y Doblas)
Plaza Flores (Fray Cayetano Rodríguez y Rivadavia)
Plaza Sudamérica (Piedrabuena y Cruz)
Parque Avellaneda (avenida Lacarra y Directorio)
Plaza Don Bosco (Lope de Vega y Miranda)
Plaza Arenales (Pareja y Bahía Blanca)
Plaza Alberdi (Crisólogo Larralde y Mariano Acha)
Plaza Rafael Hernández (Vuelta de Obligado y Echeverría)
Plaza Güemes (Charcas y Medrano)
Parque Los Andes (avenida Dorrego y Corrientes)
Laura Rocha
La Nación