Liberar la economía de plásticos de un solo uso se ha convertido en un tema prioritario de sostenibilidad en la Unión Europea, donde legisladores, productores y consumidores intentan prescindir de un material tan nocivo para la biodiversidad marina como para la vida cotidiana de los ciudadanos.
La Comisión Europea busca que todos los envases de plástico producidos en la UE en 2030 estén diseñados para que puedan ser reciclados y evitar que el 50 % de los envases de plástico acaben en las playas europeas.
El comercio minorista representa el 11 % del PIB de la UE, y funciona como una atalaya desde la que analizar e impulsar ese viaje colectivo hacia una economía circular donde el reciclaje y la reutilización de los materiales sustituya a la entrada de nuevos componentes en el sistema productivo.
Para poner en común sus inquietudes y experiencias, representantes de la industria del empaquetado, del plástico, grandes comerciantes e instituciones como la Comisión Europea o las Naciones Unidas, se dieron cota hoy cita en el Foro de Comercio Minorista para la Sostenibilidad organizado en Bruselas.