Los 1500 habitantes de Kikatsu, en Japón, se trasladan al vertedero para clasificar pacientemente su basura en 45 categorías. El objetivo final es reciclarlo todo.
Las categorías abarcan desde almohadas hasta cepillos de dientes, botellas (dependiendo del tipo de vidrio), diferentes envases, objetos metálicos.
Situado en las montañas a 530 kilómetros al suroeste de Tokio, el pueblo de Kamikatsu tiene como objetivo reciclar todo sin enviar nada a los incineradores hacia 2020.
Aunque los empleados del centro de residuos están allí para ayudar, es un gran trabajo para estos vecinos que tienen que lavar y secar bolsas, paquetes y contenedores para facilitar el reciclaje.