La mano del ser humano y su impacto en el medio ambiente están detrás de la cantidad de basura, cada vez mayor, que las aves incorporan a sus nidos
, según una investigación internacional en la que participa la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
El Índice de Huella Humana (Human Footprint Index) o huella ecológica sintetiza la influencia de la acción del hombre sobre el territorio. Los científicos han demostrado la relación entre este indicador y la probabilidad de incorporación de residuos, tanto los generados por el ser humano como los abandonados en la naturaleza por él en nidos de aves terrestres y marinas.
“Nuestro estudio implica que la incorporación de basura a los nidos es una de las respuestas de las aves a este huella humana. Los cambios en el entorno natural pueden implicar una disminución en los materiales naturales que las aves usan para construir sus nidos, forzándoles a utilizar materiales de sustitución como pueden ser las basuras”, explica José I. Aguirre, investigador del Departamento de Biodiversidad Ecología y Evolución de la UCM.
El biólogo añade que los escombros que más se incorporan en los nidos contienen aluminio y, sobre todo, plástico, en forma de cuerdas o de restos como ropa, colillas de cigarrillo y un largo etcétera de residuos.