La mayoría son mujeres que llevan años en el basural en busca de reciclables que puedan vender. El problema es que los salarios que perciben son muy bajos.
Durante el verano con el calor, el sol y el viento y en el invierno con el frío y la lluvia, para levantar papel, aluminio, cobre, trapo, leña y todo lo que pueda servir, se hace muy dificil.
La cooperativa nació con la planta se llamó “La Colonia” y fue dada de baja por la comuna por un conflicto de las personas que la integraban.
La formaban más de 100 familias cuya actividad económica depende de lo que recolectan de papel, metales, vidrios, en el sector de Nueva Esperanza, donde llegan a diario decenas de camionadas de basura.
Más de 10.000 kilogramos de cartón prensado fue el primer cargamento que se vendió tras la reactivación de la planta.