James E. Holm, un marinero capitán de velero, y Swaminathan Ramesh, un químico orgánico, han desarrollado un reactor móvil que tiene la capacidad de convertir los residuos de plástico que contaminan las aguas del mar en combustible diésel.
No es la primera vez que escuchamos que el plástico se puede transformar en gasolina, queroseno o diésel, pero sí es la primera ocasión en la que una máquina de estas característica se utiliza para ayudar a reducir la contaminación de los mares.
La acumulación de objetos de plástico es uno de los grandes males del océano; tanto es así que en el Pacífico Norte se encuentra la llamada Isla de Plástico, también conocida como Isla de Basura e Isla Tóxica, cuyo tamaño se estima en una superficie de 1.400.000 km2y que tiene un impacto muy negativo en la vida marina.
Estos dos investigadores han querido poner su granito de arena para contribuir a acabar con este problema reciclando los residuos de plástico para obtener valioso combustible diésel. Para ello, el reactor se basa en el proceso de la pirólisis, que consiste en la descomposición química de un material a través de la aplicación de calor en ausencia de oxígeno.
No obstante, este método requiere de complejas y costosas etapas de refinación para que el combustible se pueda utilizar, por lo que Ramesh diseñó un catalizador especial. Mediante esta pieza, la máquina es capaz de descomponer el plástico y obtener un combustible de hidrocarburos similar al diésel listo para utilizar sin necesidad de refinar.