Las Yungas tienen un magnífico exponente en el Parque Nacional Calilegua. Creado en 1979 con la finalidad de proteger una franja representativa de la selva de montaña, esta belleza natural se ubica en el departamento de Ledesma, a unos 108 km de la capital provincial. Es el parque natural más visitado y conocido de todo el norte argentino debido a su fácil acceso y a sus incomparables atractivos.
Abarca un área de 76.307 hectáreas, desde el cordón montañoso de la Serranía de Calilegua hasta los verdes valles tropicales. Es la más grande superficie protegida de Yungas y el área de mayor biodiversidad de la Argentina: abarca zonas montanas, bosques nubosos y planicies selváticas y sorprende con aves, fauna y flora rozagantes.
Verdes y cálidos valles, impenetrables bosques nubosos, montes de coníferas y arroyos que surcan selvas, hábitats donde la naturaleza vive en estado puro.
Hay una red de senderos de diversa dificultad que brinda acceso hacia los diferentes pisos de vegetación y es un placer recorrerlos junto a algún guía de la comunidad guaraní, dispuesto a compartir su cultura y sabiduría. En medio de la paz mezclada con la sensación de aventura que genera la selva y la conexión natural, los viajeros amantes de la naturaleza están en el paraíso.
Calilegua es, también, un paraíso para la observación de aves, entre las que se cuentan algunas especies que pueden ser avistadas exclusivamente solo en las Yungas.
Para los birdwatchers, dependiendo de la época del año en que se visite el parque, el recorrido en busca de aves varía: durante los fríos inviernos las aves de altura migran hacia las zonas bajas, mientras que en el verano retornan a su hábitat.