El Parque Nacional Los Alerces, situado en la región cordillerana de la provincia de Chubut, alberga en sus 263 mil hectáreas numerosos tesoros, entre los que destaca el glaciar Torrecillas, un ventisquero colgante en retroceso que divide su extensión en un área “limpia” y una lengua inferior “sucia”, producto de los sedimentos.
Agencias especializadas comercializan la excursión desde la ciudad de Esquel, a unos 38 kilómetros del Parque Nacional Los Alerces, o también desde la Villa Futalaufquen, situada dentro del área protegida.
A los pies del ventisquero -que es la máxima aproximación que se autoriza para el turismo- se encuentra un lago proglacial que es cada vez mayor, producto de los desprendimientos de bloques o icebergs.
Según los especialistas, en el último siglo hubo un retroceso muy importante del frente de hielo y un adelgazamiento de la porción superior del glaciar.
Distinto a los clásicos glaciares alimentados por un manto de hielo -como el Perito Moreno en la ciudad de El Calafate (Santa Cruz)-, el Torrecillas es un glaciar “de circo” por erigirse sobre una montaña.
De acuerdo a estudios científicos, el antiguo campo de hielo que le dio vida tuvo su máximo desarrollo durante la última glaciación que ocurrió hace casi 24 mil años.
El acceso hasta la base del Torrecillas, ubicado en el corazón mismo de Los Alerces, implica una verdadera travesía de aventura que combina navegación lacustre y un trecking de mediana dificultad que asciende hasta los 700 metros de altura.
El paseo comienza en la pasarela del río Arrayanes que desemboca en el lago Verde, desde donde se accede a un sendero interpretativo de 1500 metros hasta Puerto Chucao, a orillas del lago Menéndez, donde se toman las embarcaciones
La navegación atraviesa los lagos Futalaufquen y Verde, y el río Arrayanes; bordea la isla Grande, en la que habitan cauquenes y martines pescadores, y desemboca en un área que permite el primer avistamiento del glaciar que en total supera los 2 mil metros.
Luego de 45 minutos de navegación, los visitantes llegan hasta Puerto Nuevo, donde comienza otra caminata de ascenso, cuyo desnivel es de unos 300 metros en total.
En el camino se apreciará una completa vegetación y se accede a un arroyo de deshielo, el cual hay que atravesar a través de un antiguo árbol caído que hace de puente; además, se suman desafíos con sistemas de sogas y estrechas escaleras.
El final del recorrido es la Laguna Del Antiguo, que separa al viajero de la base del glaciar por apenas 500 metros, y desde donde se escucharán quizás algunos desprendimientos o avalanchas.
El total de caminata, con el regreso a la embarcación, demandará poco menos de cuatro horas, y se desarrolla en grupos pequeños debido a que las normas impiden excesivos contingentes por el impacto ambiental.
Entre los atractivos ineludibles de esta visita al Parque Nacional Los Alerces, se encuentran los mismos árboles que le dieron nombre al área protegida y que también son llamados “lahuanes”, en lengua mapuche.
Para acceder a los ejemplares más grandes que existen en la región, hay otra excursión lacustre que sale del puerto Limonao y hace trasbordo en Puerto Chucao.
Similar al recorrido que se realiza para el Torrecillas, el visitante desembarcará esta vez en el brazo norte del lago Menéndez, desde donde se realiza una nueva caminata hasta el área denominada “El Alerzal”. Allí, se aprecian árboles muy antiguos que en algunas ocasiones superan los 70 metros de altura con una antigüedad mayor a los 3 mil años.
Otros senderos recomendados dentro del Parque son: Cinco Saltos, que accede a los mirados del arroyo Los Pumas; Cerro Alto El Dedal, que requiere unas siete horas de caminata; Lago Krüeger, donde está permitido acampar; Laguna Escondida, un trecking de apenas tres horas; y Cerro Alto El Petiso, de dificultad media.
En cercanías del Parque Nacional Los Alerces hay pinturas rupestres; y, otros recorridos interesantes se pueden realizar por el Centro Cultural Melipal; el Museo de Culturas Originarias, en Nahuel Pan; la Represa Futaleufú, en la zona sur del área protegida; y, la Cascada Nant y Fall, un conjunto de siete saltos con acceso por la Ruta 259.
Como excursión de aventura garantizada, otra de las opciones para sumar al trecking del Glaciar Torrecillas es la travesía 4×4 que llega hasta extraños túneles de hielo, a más de 2 mil metros de altura.
El camino de acceso es el mismo que va hasta el Parque, pero sigue y asciende por una de las laderas del cerro La Torta, a unos 50 kilómetros de Esquel. Un paseo recomendado para hacer entre diciembre y marzo.
Télam