Luego de muchos años, desde 2010 se han vuelto a afincar cóndores en Valle Grande (Mendoza), y la posibilidad de poder verlos en el Cañón del Atuel se convierte en un espectáculo inolvidable.
La posibilidad de perpetrar el recuerde de estas majestuosas aves, símbolo de la libertad y la grandeza de los Andes, es un atractivo más para sanrafaelinos y turistas, como el caso de Sergio Navarrete quien compartió su avistaje con el Diario San Rafael.
Desde hace años la Fundación Bioandina viene trabajando para generar un santuario de cóndores en la zona. Es que en los relevamientos realizados en los últimos años y los diferentes censos se han registrado más de una veintena de ejemplares.
Desde hace tiempo se vienen analizando posibles casos de reproducción ya que hay ejemplares juveniles (con plumaje marrón) y adultos (más grises y negro). Ante esto se, busca favorecer su presencia en el lugar ya que las aves eligen donde afincarse y han optado por este rincón de San Rafael.
En medio de todo este proceso, quienes disfrutan de este espectáculo inolvidable son quienes salen a hacer trekking por la zona y disfrutan de ellos, de su envergadura y su elegancia al volar sobre los picos de los cerros y los cañones profundos que caracterizan la región.
Si bien verlo y estar cerca de ellos es un espectáculo maravilloso, lo cierto es que es fundamental conocer su hábitat, respetar sus costumbres y no molestarlos.
“Estás en un santuario de cóndores. No te acerques a la zona de posadero, dormidero y nidificación, procura mantener el silencio y no hacer ruido” indica la cartelería que se colocó hace unos días en el lugar y pide “ante cualquier irregularidad hace la denuncia. Entre todos podemos mantener el cóndor en vuelo”.
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