La Ruta Provincial 52, otrora la ‘ruta a Chile’, quiere recuperar su importancia, pero ahora a través del turismo y la ciencia. La ciudad de Mendoza siempre tuvo un vínculo especial, tanto cultural, como comercial, con Chile. Y la arteria por donde fluía el tráfico de viajeros internacionales vinculaba nuestra capital con Uspallata, para de ahí cruzar Los Andes, pasando por la bella Villavicencio, en Las Heras.
Aquella fue la vieja ruta Nacional 7, hasta que en la década del `50 el recorrido cambió y la traza de la ‘Panamericana’ pasó por Chacras de Coria, Cacheuta, Potrerillos, y luego Uspallata y más allá, Penitentes, Puente del Inca y Las Cuevas. El antiguo trazado lasherino pasó a ser la ruta provincial 52, que ahora será revalidada gracias a un convenio entre la Municipalidad de Las Heras y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
El municipio lasherino y el CONICET realizaron los primeros talleres de validación y puesta en valor de la histórica Ruta Provincial 52 el pasado miércoles en la sala Cultural Malvinas Argentinas del municipio y el viernes en el Centro Cultural Uspallata de la villa cordillerana.
El equipo de científicos que investiga los lugares patrimoniales del departamento, es encabezado por la doctora Beatriz Bragoni, e integrado por especialistas en botánica, arqueología; y los geólogos, del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA): Fidel Roig, Roberto Barcena, Stella Moreiras, Facundo Rojas y en personal de apoyo, Rubén Soria.
En concreto, estos talleres buscan ser el inicio de una serie de trabajos de investigación para conformar, en los próximos dos años, sobre la Ruta Provincial 52 que vincula Villavicencio con Uspallata, un ‘museo al aire libre’.
“El proyecto contendrá el desarrollo de información física y digital que elevará el destino turístico de nuestra ruta 52, adaptando nuestra historia a las nuevas tecnologías exigidas por los nuevos turistas”, agregó.