El Programa Ballena Franca Austral, desarrollado por el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB), celebra 55 años de estudios ininterrumpidos, consolidándose como el proyecto científico más largo del mundo enfocado en una especie de ballena.
Con casi 5.000 individuos identificados, este programa ha permitido generar valioso conocimiento sobre la biología, comportamiento y amenazas que enfrenta la ballena franca austral en el Atlántico Sur.
“Este trabajo nos permite actuar con mayor conciencia, sabiendo que nuestras acciones en el presente impactan el futuro”, expresó Mariano Sironi, director científico del ICB en un comunicado.
Más de medio siglo de seguimiento a la ballena franca austral
El programa fue iniciado en 1971 por Roger Payne, fundador de Ocean Alliance, quien vio en Península Valdés el escenario perfecto para un estudio de largo plazo sobre la especie.
Con el tiempo, los datos recopilados han demostrado ser una herramienta clave para la conservación, especialmente ante las amenazas modernas.
Los peligros que enfrentan las ballenas hoy
Aunque la caza comercial cesó en 1935, nuevas amenazas afectan la supervivencia de estos cetáceos:
- Enmallamientos en redes de pesca y colisiones con embarcaciones.
- Reducción de poblaciones de krill, causada por el cambio climático y la pérdida de hielo antártico.
- Ataques de gaviotas cocineras en Península Valdés, que provocan lesiones en el lomo de las ballenas.
Los investigadores han observado un aumento en la mortalidad de crías y adultos, reforzando la necesidad de seguir monitoreando la especie.
El legado del programa
Gracias a décadas de estudio, el equipo ha respondido preguntas fundamentales sobre:
- Tasa de crecimiento poblacional, que pasó del 7% anual a menos del 4%.
- Patrones migratorios y áreas de alimentación, identificados mediante seguimiento satelital.
- Impacto del estrés y cambios ambientales en su reproducción, afectado por El Niño y el cambio climático.
La base de datos generada es utilizada para informar estrategias de conservación y promover áreas marinas protegidas.
Un llamado a la conservación
“Cada año que pasa es más importante que el anterior. Invitamos a la comunidad a involucrarse en este esfuerzo, apoyando la protección del océano”, afirmó Sironi.
A través de iniciativas como la adopción simbólica de ballenas y donaciones, el programa busca garantizar la continuidad de este estudio pionero, protegiendo a las ballenas para las futuras generaciones.