Al menos dos personas han muerto y 3.802 han sido evacuadas por las copiosas lluvias y fuertes vientos que el tifón Noul ha descargado sobre la región septentrional de Filipinas, adonde llegó el domingo, informaron hoy fuentes oficiales.
Las víctimas mortales son un filipino de 70 años y su hijo de 45 que perdieron la vida electrocutados cuando subieron al tejado de su vivienda para reparar el servicio eléctrico en la localidad de Aparri, en la norteña provincia de Cagayan.
Las autoridades confían en que la cifra de muertos no será muy elevada gracias a las medidas preventivas adoptada desde el viernes pasado.