El peor derrame de crudo en la historia del mundo aún continúa y continuará afectando a la naturaleza. El 20 de abril de 2010, la plataforma de British Petroleum causó la fuga de 3.26 millones de barriles en el Golfo de México, cobrando la vida de 11 personas y la de todo un fondo marino que todavía pone en riesgo la vida de cientos de especies, entre ellos, el delfín.
De acuerdo al Huffington Post, desde 2010 se han documentado 1.281 cetáceos muertos, correspondientes en su mayoría a delfines nariz de botella, que habitan en la parte norte de la costa del Golfo de México.
Desde la fecha de la catástrofe han habido varios delfines varados en la costa, destacando el varamiento de 163 delfines en Lousiana y 111 en Mississippi en 2011.
Algo que no es normal según explica la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos y que se debería al derrame, puesto que en la mayoría de los casos se ha podido constatar lesiones suprarrenales, lo que estaría ligado a la exposición al crudo.
Además, los investigadores ha podido constatar que en el 20% de los delfines han muerto a causa de neumonía bacteriana grave.
‘La evidencia hasta la fecha indica que el derrame de petróleo de Deepwater Horizon causó lesiones suprarrenales y pulmonares que contribuyeron a la muerte inusual de estos delfines’, aseguró Stephanie Venn-Watson, principal autora del estudio de la Fundación Nacional de Mamíferos Marinos.