Si se utilizarán todas las reservas de combustible fósil existentes se derretiría todo el hielo de la Antártida debido cambio climático.
Además tendría otra consecuencia catastrófica: el nivel del mar se elevaría hasta 60 metros, con lo cual se inundaría ciudades altamente pobladas sobre las costas.
Estas son las conclusiones de un informe científico que asegura que ‘Si no queremos derretir la Antártida, no podemos seguir quemando el carbono de combustibles fósiles para que termine en la atmósfera en forma de dióxido de carbono como lo estamos haciendo hasta ahora”.