El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, participó este lunes en la ceremonia de inauguración de la primera planta flotante de generación solar del país, una plataforma de 11.000 metros cuadrados con 3.972 placas solares, sostenida por flotadores y capaz de generar un megavatio de energía.
La innovadora plataforma está anclada en la represa de una hidroeléctrica de la estatal Compañía Hidroeléctrica del San Francisco (Chesf) en Sobradinho, municipio del interior del estado de Bahía (nordeste de Brasil).
Se trata de un proyecto piloto para determinar la viabilidad del uso de este tipo de plantas solares en las numerosas presas y lagunas de las hidroeléctricas del país debido a que tienen la ventaja de que no es necesario expropiar o comprar tierras para su instalación.
Otra ventaja es que pueden utilizar las mismas subestaciones y líneas de transmisión de las hidroeléctricas para conectarse al sistema eléctrico nacional por lo que no es necesario invertir en el tendido de nuevas líneas eléctricas.
Igualmente aprovechan el agua de la laguna para el enfriamiento de sus sistemas y la capacidad de los espejos de agua para atraer una mayor radiación solar, y ayudan a evitar una mayor evaporación del agua en hidroeléctricas que dependen de ciclos de lluvias.
La plataforma inaugurada es la primera de un conjunto que será instalado en la represa de Sobradinho y que hasta el próximo año, con la instalación de una segunda planta, tendrá capacidad para generar 2,5 megavatios de energía.
La inversión en las dos plantas fue de 56 millones de reales (unos 14,4 millones de dólares) por parte de la estatal energética Eletrobras, cuyo presidente, Wilson Ferreira Júnior, también participó en el acto inaugural, así como el ministro de Minas y Energía, Banto Costa Lima Silva.