El centro termal está estrategicamente ubicado sobre la Autovía 2 y la ruta provincial 63, a 14 cuadras de la zona céntrica y a 200 kilómetros de las ciudades de Buenos Aires y Mar del Plata, y el pasado domingo abrió sus cuatro primeras piletas, una de ellas cubierta, además de baños y vestuarios.
El complejo, que demandó una inversión de 85 millones de dólares y ya tiene todas sus obras licitadas, adjudicadas y en proceso de ejecución, está ubicado en un predio de 42 hectáreas en torno a un lago artificial diseñado para la práctica de actividades deportivas y recreativas.
Además, cuando las obras estén concluidas, contará con un hotel termal de cinco estrellas y otro de tres, un spa, 2.400 cabañas de alojamiento y otras 125 de estilo apart-hotel, un centro comercial con 36 locales, un restorán internacional, instalaciones deportivas y un centro de convenciones para 500 personas.
La característica saliente que transforma a este nuevo espacio termal en el único en su tipo es que contará con piletas de agua dulce y salada, que se extraen desde perforaciones de 400 y 1.100 metros, respectivamente.