Conducir el primer vehículo solar del mundo en el mercado es posible gracias a Evovelo, una cooperativa malagueña que ha apostado por la energía neta cero y por la utilización de materiales que se regeneran con el tiempo, como los derivados de madera y plantas, para la fabricación de Mö.
Su nombre responde a un ‘automóvil’ biplaza, pensado principalmente para los entornos urbanos, que alcanza una velocidad máxima de 50 kilómetros por hora en un rango de 50 o 90 kilómetros y puede ser adquirido por 4.500 euros sin incluir el correspondiente IVA.
Su movimiento se produce principalmente por las placas solares integradas en el techo, que cargan la batería durante su funcionamiento o cuando el vehículo permanece estacionado y, en ausencia de luz, puede ser conectado a un enchufe convencional o la batería puede ser extraída para rellenarla en cualquier otro lugar.