La Comisión Europea propusó medidas para combatir la contaminación por mercurio en el que se incluye la opción de prohibir cualquier nuevo uso en productos y en industria en la Unión Europea, salvo que se demuestren ‘significativos’ beneficios medioambientales o sanitarios y no existan alternativas libres del metal pesado.
El Ejecutivo comunitario adoptó un paquete de propuestas que permitirá la ratificación del Convenio de Mercurio una vez que el proceso legislativo concluya.
La Unión Europea firmó este convenio en octubre de 2013 y de esta forma se comprometió a su ratificación e implementación.
De esta forma, las medidas suponen ciertos cambios en la legislación actual de la UE relativa al mercurio.
Además de prohibir nuevos usos, las modificaciones suponen derogar el reglamento sobre exportaciones de mercurio y componentes manteniendo las provisiones fundamentales que las prohíben y regulan la eliminación de desperdicios, restringir el unos de amalgamas dentales a formas en cápsulas y otros ajustes adicionales sobre la normativa actual necesarios para la rafiticación.
La Comisión Europea destacó que se trata de un ‘paso clave’ para proteger mejor a los ciudadanos europeos de la contaminación del mercurio.