La radiación emanada del accidente nuclear de Fukushima no ha tenido un impacto significativo sobre la salud de los habitantes de las zonas más próximas a la planta, según un informe elaborado por expertos sanitarios nipones presentado hoy.
La gran mayoría de estos ciudadanos recibieron dosis muy leves de radiación desde la catástrofe acaecida hace casi cinco años, y no presentan una mayor prevalencia de enfermedades relacionadas con la radiactividad, según las conclusiones del estudio dirigido por el profesor Koichi Tanigawa, de la Universidad Médica de Fukushima.
No obstante, el informe muestra un marcado incremento de las patologías psiquiátricas a raíz del accidente, así como un notable aumento de otras enfermedades entre las personas que se vieron obligadas a abandonar sus hogares tras decretarse la orden de evacuación en las proximidades de la planta.
El estudio, presentado por Tanigawa se basa en datos médicos recopilados tras el accidente causado por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo de 2011 y hasta 2014, y fue realizado a petición del Gobierno de la prefectura nipona de Fukushima.