El fabricante japonés de automóviles Mitsubishi Motors admitió haber ‘manipulado pruebas de emisiones para presentar mejores rendimientos energéticos’, un fraude que implica al menos a 625.000 vehículos de pequeño tamaño, algunos construidos por el también nipón Nissan.
El anuncio se produce en momentos en que la industria automotriz está sometida a controles más estrictos, después de que el gigante alemán Volkswagen admitiera haber trucado motores de millones de sus vehículos.
‘Pedimos disculpas a todos nuestros clientes y a las demás partes afectadas’, declaró el presidente del grupo, Tetsuro Aikawa, durante una conferencia de prensa en el ministerio de Transportes.
‘Nuestro cliente Nissan ha descubierto diferencias entre las cifras proporcionadas y las constatadas, y nos ha pedido que las revisemos’, explicó el constructor en un comunicado.
‘Hemos decidido parar la producción y las ventas de los modelos implicados’, añadió, y precisó que Nissan hizo lo propio.