La vida de una botella no tiene que terminar en un basurero, ni solo en la simple refundición. Esa es la idea de ‘Cerrando el Ciclo’, una Asociación Civil establecida en MÉXICO que a la fecha ha reciclado toneladas de vidrio derivado de botellas y en el camino concedido cientos de becas de estudios, empleado y entrenado a docenas de personas en el populoso barrio de Ciudad Netzahualcóyotl, en los suburbios de la Ciudad de México.
Descrita alguna vez como la villa miseria más grande del mundo, la chocante mezcla de clase media naciente y pobreza es tan visible en Ciudad Netzahualcóyotl como las calles nuevamente urbanizadas y las callejuelas donde todavía hay más lodo que pavimento. Y donde para bien o para mal se acumulan los desechos.
Es ahí donde trabaja ‘Cerrando el Ciclo’, que alienta la recolección de botellas de vidrio en la zona y las canjea por productos de canasta básica, para reciclarlas como objetos decorativos y hasta útiles, o entregarlos a una empresa que las reinserta en la cadena productiva.
Esa idea es parte de una lucha: si, hay centros de recolección de basura y una creciente tendencia al reciclaje, pero el bajo costo del vidrio (40 centavos mexicanos, unos 2,5 centavos de dólar) no alienta la recolección.
Aún así Julia Novelo, socia cofundadora de ‘Cerrando el Ciclo’ es optimista, sobre todo porque poco a poco realizar avances y ahora se aprestan a poner puntos de venta permanentes para productos que van de Joyería a charolas, de vasos a pulseras y hasta mesas.
‘Hemos tenido muy buena recepción’, comentó durante una reciente conversación. No solo en términos del reciclaje sino de la parte social: de acuerdo con Novelo, quienes conocen del proyecto comienzan a ver los residuos como un posible factor de ayuda económica y de hecho acercan la educación ambiental a familias y comunidad.