El gobierno marroquí, a través de la Sociedad de Inversión en Energía, quiere que el país empiece a fabricar sus propios paneles solares y ha llegado a un acuerdo con la multinacional china Hareon Solar para la instalación de una planta en Ain Atti (al sur de Rabat), con una producción anual de hasta 30 MW.
El proyecto se enmarca en el objetivo a largo plazo del país norteafricano: la diversificación de las fuentes de energía. La SIE (en francés Société d’Investissement Énergétique) ha financiado recientemente iniciativas como la construcción de buses eléctricos o calentadores de agua.
Sin embargo, la fabricación nacional de paneles fotovoltaicos no se realiza aún en el país, y supondrá un empujón para la industria local y la modernización tecnológica.
El proyecto lleva en preparación dos años, y dispondrá de un presupuesto de 600 millones de dírhams a invertir hasta 2020 en varias fases.
En la primera, la constructora marroquí Jet Contractors y la multinacional china Hareon Solar instalarán una planta en Ain Attik que fabricará al año paneles con hasta 30 MW de capacidad de generación eléctrica. Posteriormente se prevé la construcción de una segunda fábrica con una capacidad de 160 MW, cuya ubicación aún está por decidir.