El Servicio de Pesca y Vida Salvaje de Estados Unidos ha incluido por primera vez a las abejas como especie en peligro. Además de estos insectos, otras seis especies con contarán con una protección especial en virtud de la Ley de Especies en Peligro.
Entre los motivos de la diminución de las poblaciones de abejas están la reducción de su hábitat, los incendios, las especies exógenas, los pesticidas y la pérdida de diversidad genética.
La norma es efectiva a partir del 31 de octubre. La situación es especialmente grave, puesto que las abejas polinizan numerosas especies vegetales, incluidas las utilizadas en agricultura.
Los polinizadores nativos prestan un servicio esencial en Estados Unidos a la agricultura, lo que está evaluado en más de 9 mil millones de dólares anuales según señaló el codirector de la Xerces Society, Eric Lee-Mäder. Este organismo había solicitado incluir las abejas en la lista de especies protegidas.
En este sentido, un estudio realizado por el Centro de Ecología e Hidrología de Reino Unido, que apuntaba que los insecticidas neonicotinoides estaría tras la aceleración de la muerte de abejas.
Entre 1994 y 2011, al menos en Inglaterra, las abejas que tuvieron contacto frecuente con este compuesto redujeron su población tres veces más rápido que el resto.