Con el inicio de las negociaciones sobre el clima de la ONU, continuamos con un momentum sin precedentes de acción global contra el cambio climático. Esto incluye una ‘trifecta’ de convenios internacionales sobre cambio climático, lo que demuestra una nueva era de voluntad política y cooperación.
El pasado diciembre, las naciones del mundo crearon una nueva arquitectura internacional para combatir el cambio climático con el Acuerdo de París. Diez meses después, los negociadores de la ONU lograron un acuerdo para reducir las emisiones de la industria de la aeronáutica internacional. Y dos semanas más tarde, el mundo se comprometió a eliminar los peligrosos gases HFC utilizados en refrigeradores y en aparatos de aire acondicionado.
Hoy, cuando se inicia la nueva ronda de de negociaciones sobre el clima en Marrakech, el Acuerdo de Paris ya está en vigor, lo cual ocurrió solo 11 meses después de haber sido firmado, mucho antes de lo anticipado.
Las discusiones sobre el clima en Marrakech tienen que empoderar a los gobiernos del mundo para lograr las metas planteadas y crear las condiciones para fomentar el establecimiento de unas más ambiciosas. Las metas establecidas evitarán seguir la trayectoria catastrófica que nos hubiera llevado a un incremento de la temperatura por arriba de los 4.5 grados Celsius para mediados de siglo.
Todavía estamos fuera de los parámetros necesarios para permanecer por debajo de los 2 grados Celsius con los compromisos actuales, y aún más lejos de la meta ideal que es 1.5 grados, que es el llamado del Acuerdo de París. Pero sabemos que esta es la meta para protegernos de los peores impactos del cambio climático.