Sudán, uno de los países más pobres de África y del mundo, podría acabar siendo inhabitable por culpa del cambio climático. Aquí, donde viven más de 40 millones de personas, la temperatura aumentará hasta tres grados centígrados para el año 2060.
Si se cumplen las predicciones de los científicos, no habría prácticamente ninguna forma de vida en una región donde ya se sufre una fuerte desertificación e intensas tormentas de polvo.
Sudán, un país situado a orillas del mar Rojo, al norte de África, está situado en una ubicación donde, mires por donde mires, sólo encontrarás desierto. Tan sólo en el sur hay sabana. Además, la temperatura es muy alta: se sobrepasan fácilmente los 42ºC casi cada día, por lo que un aumento de tres grados más supondría el fin de la vida en esta parte del mundo, por la sencilla razón de que la mayoría de seres vivos no soportan una temperatura de 45ºC, y menos cada día.
El cuerpo humano con 40 grados Centígrados puede llegar a sufrir daños cerebrales importantes e incluso la muerte. Aunque cada uno de nosotros tiene su propio umbral térmico, que puede ser más o menos amplio dependiendo sobretodo de dónde hayamos vivido por más tiempo, la temperatura ideal para vivir se sitúa entre los 21 y los 26ºC. Casi la mitad que lo que se espera que haya en Sudán en el 2060.