El comisario de salud de la Unión Europea, Vytenis Andriukaitis apoya la medida a pesar de la conocida y larga disputa, sobre si el químico causa cáncer. ‘Nuestra posición se basa en una evaluación muy completa’, afirmó.
Pero no está claro si los países miembros de la Unión Europea votarían a favor de una prórroga de 10 años para la licencia de glifosato, que se agota a finales de este año y para la que todavía no se ha fijado fecha para la votación.
El glifosato, desarrollado y comercializado por Monsanto en la década de 1970 bajo el nombre RoundUp, es el herbicida más utilizado del mundo. En 2015, la Organización Mundial de la Salud lo clasificó como ‘probable carcinogénico para los seres humanos’, pero la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria dice que es ‘improbable’ que sea cancerígeno.
El año pasado, la Unión Europea prometió que extendería temporalmente la licencia de glifosato, en espera de una revisión de la agencia química, que en marzo declaró que: ‘la evidencia científica disponible no cumple con los criterios para clasificar el glifosato como carcinógeno’.
Los eurodiputados socialistas y verdes han pedido una investigación parlamentaria sobre el producto químico, tras las acusaciones en Estados Unidos de que Monsanto habría falsificado datos en algunos de los estudios sobre el glifosato y ‘sobornado’ a ciertos organismos para que lo declaren seguro, hechos que el gigante de los herbicidas niega.
El comisario lituano, Andriukaitis, aseguró que tiene estudios de Australia, Nueva Zelanda, Japón y Canadá que demuestran que el glifosato es seguro y comentó al respecto que: ‘Sería extraño que todos esos organismos y países estuvieran en manos de Monsanto, por lo que lo considero un argumento muy débil’.