Las autoridades de Nueva York y agencias de conservación de la fauna silvestre convirtieron la semana pasada en polvo cerca de dos toneladas de marfil confiscado durante los últimos tres años en el estado, valorado en más de 8,5 millones de dólares.
El Departamento estatal de Conservación Ambiental fue el encargado de demoler el cargamento ante la mirada de curiosos neoyorquinos y la aprobación de activistas en defensa de los animales, que portaban letreros con el mensaje de «protejan su hogar» con la foto de un elefante.
Con esta acción, que se llevó a cabo en el famoso Central Park de Nueva York, las autoridades quieren enviar un mensaje a cazadores, traficantes y comerciantes de que no se permitirá el tráfico ilegal del marfil, producto de la matanza de elefantes.