Un estudio reciente advierte que, de continuar avanzando el cambio climático, el aumento en las precipitaciones podría tener como consecuencia resultados nocivos para la calidad del agua en Estados Unidos.
Un ciclo hidrológico que se intensifica puede sobrecargar las vías fluviales con escurrimientos excesivos de nitrógeno (que podrían acercarse al 20% en 2100) y aumentar la posibilidad de acontecimientos que afecten gravemente la calidad del agua, según un nuevo estudio que publicó la revista Science.
Cuando las lluvias llevan el nitrógeno y el fósforo resultante de actividades humanas como la agricultura y la combustión de gasolina fósil hasta ríos y lagos, esas vías fluviales se sobrecargan de nutrientes, lo cual ocasiona un fenómeno conocido como ‘eutroficación’.
Esto puede ser peligroso para la gente y los animales ya que conduce al desarrollo de brotes de algas tóxicas, así como zonas muertas nocivas en las que el oxígeno es mínimo, lo cual se conoce como hipoxia, y que pueden tener un impacto negativo en la salud humana, los ecosistemas acuáticos y la economía.
Entre algunas de las zonas muertas ya existentes se encuentran las del golfo de México, la bahía de Chesapeake y las que se encuentran alrededor de Florida.
En el nuevo estudio, los investigadores predijeron cómo el cambio climático podría aumentar la eutroficación y las amenazas a los recursos acuáticos mediante el uso de proyecciones de 21 distintos modelos climáticos, cada uno de los cuales se ejecutó para tres escenarios climáticos y dos periodos de tiempo (futuro cercano, 2031-2060, y futuro lejano, 2071-2100).