Según informó el Instituto de Conservación de Ballenas, en la presente temporada, el médico veterinario Matías Di Martino, coordinador de campo del Programa y su equipo, han registrado y examinado nueve crías muertas en Península Valdés desde el mes de junio.
Cada año, ante el hallazgo o reporte de ballenas varadas muertas en las playas de Península Valdés, los veterinarios y biólogos que integran el Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral se acercan al lugar, realizan estudios forenses y colectan muestras biomédicas que luego son analizadas por especialistas para conocer el estado de salud general de la población.
‘Lamentablemente la gran mayoría de las ballenas que varan no muestran signos evidentes de las causas de su muerte, debido a que casi todas mueren en el agua y pueden pasar varios días flotando hasta que el mar las arrastra a las playas.
En este sentido, destacamos el rol fundamental que tiene la Red de Aviso para que podamos localizar tempranamente los animales varados y así tomar muestras antes de que avance su descomposición’, expresó Di Martino.