El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, estimó que al menos 10 mil personas están todavía refugiadas tras el devastador paso del huracán María por la isla, que ha dejado hasta el momento la cifra oficial de 16 muertos, aunque el funcionario ha reconocido que aumentará en las próximas horas.
Rosselló ha confirmado que 51 hospitales están abiertos al público para atender a quienes necesiten atención médica, aunque solo nueve disponen de electricidad, y que cada vez hay más líneas de comunicaciones operativas (el número de antenas de celulares funcionando aumentó de 96 a 163) seis días después del paso de la tormenta.
Los mayores problemas a los que se está enfrentando la isla son la falta de suministro eléctrico y la lentitud en la distribución de la ayuda, aspecto este último que ha abierto un cisma entre la administración Trump y las autoridades locales.
Sin ir más lejos, Trump y la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín, han cruzado duras palabras. Primero, la funcionaria lamentó la ‘negligencia burocrática’ exhibida por la Casa Blanca, reflejada en la tardanza en levantar la llamada ley Jones, que encarecía sustancialmente la llegada de bienes de primera necesidad a la isla.