Investigadores y biólogos establecieron por primera vez el derrotero por el Atlántico de ejemplares de ballena franca austral, a través de dispositivos satelitales implantados en la zona dorsal de los cetáceos hace dos meses y cuya lectura se termina de procesar en el Centro Nacional Patagónico (Cenpat), en Puerto Madryn y que depende del Conicet.
Los ejemplares de ballena fueron ‘marcados’ entre el 16 y el 22 de septiembre en el golfo San Matías, al norte de la Península de Valdés , en el marco del proyecto ‘Rutas de migración y potenciales áreas de alimentación de la Ballena Franca Austral’ que comenzó de manera experimental en 2015.
El método de seguimiento consiste en la colocación de un dispositivo elaborado en acero quirúrgico de una sola pieza, esterilizado y aplicado de tal forma que queda fijado dentro de la piel y el tejido subcutáneo del animal, sobresaliendo solamente la antena.
Las señales revelaron claramente que los ejemplares no siguen un comportamiento de manada y por el contrario toman derroteros totalmente distintos o a lo sumo en pareja o grupos de tres, con orientación hacia el Noreste, Sudeste y Este, siempre tomando como referencia Península de Valdés.
‘Eso pasa porque la Península es el centro de reproducción y ahí van hembras y machos siempre, como punto de encuentro, y por eso aparece muy pintado en el mapa satelital’, reveló Enrique Crespo, investigador superior del Centro para el Estudio de los Sistemas Marinos.