El equipo de conservación del Sea Legacy filmó a un oso polar en estado demacrado y claramente desnutrido en Canadá y no contuvo las lágrimas mientras documentaba el duro momento.
‘Nos quedamos allí llorando, filmando con lágrimas rodando por nuestras mejillas’, afirmó el fotógrafo Paul Nicklen al National Geographic.
El artista compartió las duras imágenes en su cuenta de Instagram para generar conciencia sobre el calentamiento global: ‘Así se ve el hambre. Los músculos se atrofian. Sin energía. Es una muerte lenta y dolorosa’.
Aseguró que a las pocas horas o días de la filmación el oso iba a morir.
Las imágenes causaron indignación entre los usuarios de Internet ya que cuestionaron la actitud del equipo que filmó al animal porque señalaron que prefirió hacer el documental en lugar de ayudarlo.
Nicklen salió al cruce de las críticas y explicó que el equipo tuvo que elegir entre salvar a un solo oso o denunciar el dolor que sufren los 25 mil osos polares en el mundo.