Alrededor de 40 mil muertes de niños en África se podrían haber evitado al reducir la contaminación del aire en cinco microgramos por metro cúbico en 2015.
La mala calidad del aire está relacionada con la muerte, discapacidad y problemas de salud, y la exposición a partículas respirables ambientales de diámetros menores a 2,5 micrómetros (conocidos como PM2.5) se ha relacionado con entre tres y cuatro millones de muertes en el mundo cada año, indica el artículo.
Sin embargo, estas estimaciones se basan en datos de países desarrollados, donde se encuentran la mayoría de estaciones de monitorización del aire, mientras que en el África subsahariana la contaminación es mucho mayor y no existe una manera precisa de medirla.
Así, el profesor Marshall Burke, de la Universidad de Stanford, Estados Unidos, y sus colegas, responsables de la investigación, decidieron estudiar la contaminación en esa región.
Para ello, combinaron el análisis de datos de satélites sobre la concentración de partículas contaminantes del aire con datos de encuestas sobre salud en hogares que mostraban la localización, nacimiento y muerte de casi un millón de niños en todo el África Subsahariana entre 2001 y 2015.
Los autores estimaron, utilizando un modelo de riesgo, que una disminución en la polución del aire en cinco microgramos por metro cúbico en África (una reducción equivalente a la lograda por la Ley de Aire Limpio de Estados Unidos) podría haber evitado unas 40 mil muertes infantiles en 2015.
El estudio destacó que incluso modestas reducciones en la contaminación atmosférica africana reportarían grandes beneficios para la salud infantil.