El próximo viernes 27 de julio tendrá lugar el eclipse lunar más largo del siglo XXI, con más de 102 minutos de duración, en el que la Luna, sin llegar a desaparecer, adquirirá una tonalidad rojiza.
Un comunicado del Instituto de Astrofísica de Canarias, apoyándose en datos de la NASA, señala que será un eclipse total ‘con el máximo centrado en el Océano Índico’.
A diferencia de los eclipses solares, los lunares pueden contemplarse desde cualquier lugar del mundo, desde el momento en que la Luna aparezca por encima del horizonte.
Se produce un fenómeno de este tipo cuando la Luna pasa por la sombra de la Tierra. La atmósfera terrestre, que se excede en unos 80 kilómetros al diámetro de nuestro planeta, actúa entonces como una lente que desvía la luz del Sol y ‘filtra eficazmente sus componentes azules y deja pasar solo la luz roja que será reflejada por el satélite’, señalan desde el IAC, para explicar ‘el resplandor cobrizo tan característico’ que adquiere la Luna en estas ocasiones.