El incendio en el norte de California se inició el lunes, es el más destructivo de los cerca de noventa fuegos forestales del Oeste de Estados Unidos donde se registran elevadas temperaturas. Los muertos ascendieron a seis personas.
Trabajan 3.500 bomberos y 17 aviones cisterna que luchan contras las llamas, que se ha expandido a 340 kilómetros cuadrados y derritió más de 517 estructuras.
Más de 5.000 estructuras están amenazadas por el avance de las llamas, que se avivan por las elevadas temperaturas, la baja humedad y los fuertes vientos.
El Gobierno federal reforzó la ayuda a California con el envío de miles de bomberos.
El gobernador de California, solicitó aviones militares, refugios y agua para 30.000 residentes evacuados y ordenó a las fuerzas de la Guardia Nacional, que ayuden a los cientos de bomberos desplegados.
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