La ola de calor en Japón ha dejado cinco ancianos muertos, que la Policía está investigando porque se produjeron cuando el edificio donde se encontraban hospitalizados, en el centro del país, se quedó sin aire acondicionado.
La situación ha obligado al Ministerio de Educación a retrasar una semana el inicio de las clases en escuelas de primaria y secundaria del sur del país para proteger a los alumnos de las altas temperaturas, que ha llegado a superar los 35 grados.
Esta medida se adoptó porque el 50,4 % de los centros escolares públicos de primaria y secundaria de japón no cuentan con aire acondicionado, según el último informe del Ministerio, por lo que hay riesgo de que los niños sufran golpes de calor.